Con los grandes avances de la revolución digital, la comunicación ha entrado en una nueva dimensión que le permite transmitir e interactuar en planos casi desconocidos hasta ahora
La gente siente la necesidad de vivir experiencias (Universitat Abat Oliba CEU)Comparte en Facebook Comparte en Twitter
0
XAVIER SALLA
13/02/2018 11:45 | Actualizado a 13/02/2018 19:14
Entre las muchas transformaciones que afectan a la sociedad y la cultura de nuestro tiempo es especialmente llamativa la crisis del consumismo tal como lo habíamos conocido desde mediados del siglo XX. El “ser” fue desplazado por el “tener” y ahora éste ha sido sustituido por el “utilizar”. Como señalaba la fundadora de Womenalia, Elena Gómez de Pozuelo, en un encuentro sobre transformación digital celebrado en la Universitat Abat Oliba CEU, “cada vez somos más ‘disfrusuarios’, la gente ya no quiere una propiedad sino hacer uso de los bienes y servicios”.
Desde luego, la digitalización ha jugado un papel clave en esta evolución, al abrir vías para acceder a las prestaciones que no pasan por la convencional posesión. Los modelos que verdaderamente merecen la denominación de “colaborativos” nos lo enseñan a diario: no es necesario poseer para acceder a la utilidad.
La motivación se está desplazando, el afán de poseer está dejando paso a la pasión por emocionarse. Y todo esto sucede en un momento en el que la misma tecnología que ha motivado este cambio ha puesto al alcance medios de potencial insospechado para movilizar las emociones de las personas. La gente siente la necesidad de vivir experiencias y, además, intuye que el mercado está en disposición de dárselas gracias a la tecnología.
Debido a los grandes avances de la revolución digital, la comunicación ha entrado en una nueva dimensión que le permite transmitir e interactuar en planos casi desconocidos hasta la fecha. La realidad virtual, la realidad aumentada, la inteligencia artificial, las criptomonedas o el video-mapping, por poner algunos ejemplos, tienen un enorme potencial de impacto simbólico, comunicacional y experiencial. Esto, en un entorno en el que la movilización de la emoción es el valor más cotizado, convierte al hecho comunicativo en el factor estratégico de cualquier organización o empresa que quiera posicionarse de forma sostenible y perdurar en el recuerdo de la mente del destinatario.
La comunicación ha dejado de ser un algo distinto al producto o del servicio, sino que forma parte del mismo. Hoy todo es comunicación. Por eso, quien entienda su lógica, domine las técnicas, conozca sus posibilidades y sea capaz de concebirla desde una perspectiva estratégica estará en condiciones de aportar valor. Ésta es la lectura que ha hecho la Universitat Abat Oliba CEU con la creación del grado en Comunicación Experiencial y Realidad Virtual, de tres años de duración y donde los alumnos se empoderan en tecnologías comunicacionales de última generación para resolver con solvencia los nuevos retos profesionales que la comunicación demanda.
Xavier Salla es director del grado en Comunicación Experiencial y Realidad Virtual de la Universitat Abat Oliba CEU
http://www.lavanguardia.com/que-estudiar/20180213/44755460584/comunicar-era-emocion.html
0 comentarios :
Publicar un comentario