martes, 3 de octubre de 2017

La tecnología que adelantó el cine y que hoy es realidad

Andrea Manuschevich
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Androides, videollamadas, patinetas voladoras y tabletas son algunas de esas locuras futuristas que dejaban maravillados a los espectadores.
 

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La imagen de seis intrépidos astrónomos a bordo de una cápsula espacial, que aterriza justo en el ojo derecho de la cara de la Luna, sorprendió enormemente a los espectadores que en 1902 vieron la película "Viaje a la Luna" , de Georges Méliès. Con solo 14 minutos de duración, el director logró cautivar a su audiencia con esta cinta muda y en blanco y negro, considerada la primera de ciencia ficción en la historia del cine.
"En ese tiempo creían que la idea de viajar a la Luna era algo imposible y totalmente fantástico. El hombre logró llegar allá mucho más tarde, en 1969", cuenta Samir Kouro, académico e investigador del Centro AC3E de la U. Técnica Federico Santa María.
Ese, dice, es uno de los tantos ejemplos de películas de ciencia ficción que muestran desarrollos tecnológicos impensados en el momento en que fueron estrenadas, sin embargo, hoy son una realidad incluso cotidiana.
Otro caso es el de la cinta alemana "Metrópolis", que llegó a la pantalla grande en 1927, de la mano del director Fritz Lang. La historia se desarrolla en el año 2026, en una ciudad futurista donde los obreros se enfrentan a la clase adinerada. "Ahí aparece una especie de androide llamado María, muy similar a los que se han fabricado hoy en día, cuyo aspecto se asemeja cada vez más al humano", recuerda Gabriel León, director del Centro para la Comunicación de la Ciencia de la U. Andrés Bello.
Skype y Siri
Las videollamadas en línea, que gracias a servicios como Skype o Facetime hoy son parte de la cotidianidad, no lo eran en 1968, cuando se estrenó "2001: Odisea del Espacio", de Stanley Kubrick. Sin embargo, en una de las escenas de esta cinta, el doctor Heywood Floyd se comunica de esa forma con su hija.
"En esa película también aparecen aparatos similares a las tabletas de hoy. Es interesante que la tecnología que ahí se ve y la manera de usarla es muy parecida a la actual", dice León.
"HAL 9000" es uno de los primeros ejemplos de inteligencia artificial que se han visto en el séptimo arte. Al igual que los asistentes inteligentes Siri (iOS) y Alexa (Amazon), en la cinta de Kubrick, HAL le hacía la vida más fácil a los astronautas, respondiéndoles sus interrogantes.
"Los sistemas actuales pueden emular este tipo de tecnología, pero no al punto de HAL. Hoy son capaces de reconocer la voz y resolver tareas básicas, pero con órdenes más sofisticadas se pierden", explica Denis Parra, académico de la Escuela de Ingeniería UC.
La saga de "La Guerra de las Galaxias", estrenada en 1977, es otra cinta llena de ejemplos: "Los drones y los hologramas ya son una realidad", agrega Kouro.
También son reales los robots de asistencia, como el popular R2D2 o Arturito. "Existen hoteles en Japón sin mucamas. Si pides comida a la habitación va un robot y te la lleva. De hecho, son muy parecidos a Arturito", explica el experto.
Por último, "Volver al Futuro" (1985) es otra cinta que sorprendió a los espectadores con su avanzada tecnología. El protagonista, Marty McFly, utilizaba unos anteojos de realidad virtual muy parecidos a los actuales Google Glass y Oculus Rift. Así como también su patineta voladora, conocida actualmente como "hoverboards" , que funcionan con levitación magnética y que han fabricado las marcas Lexus y Hendo.
El cine de ciencia ficción, opinan los expertos, efectivamente ha servido como una fuente de inspiración para los científicos.
"Antes creían que viajar a la Luna era imposible, pero seguro muchos libros y la película de Georges Méliès motivaron a generaciones de expertos a desarrollar tecnología que lo permitiera", opina Kouro.
"Se da una especie de retroalimentación", agrega Parra. "Los cineastas también se inspiran en los avances que la ciencia ha sugerido. Puede que una vez estrenadas las películas, estas provoquen que los investigadores retomen algunos trabajos ya olvidados y se motiven a seguir perfeccionándolos", concluye.

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